¡Vaya tela con las casas de apuestas! Tienes toda la razón, parece que nunca aprenden o, peor aún, que no les interesa aprender. Las etapas de montaña en el ciclismo son un terreno completamente distinto, y aún así insisten en valorarlas como si fueran un paseo por el llano. No es solo cuestión de que infravaloren a los escaladores, es que no analizan bien los perfiles de las etapas ni el contexto de la carrera. En la última Vuelta, como dices, estaba clarísimo que esas subidas iban a destrozar a los sprinters y a más de un favorito que llegaba justo de fuerzas. Pero nada, cuotas altísimas para los que no tenían ninguna opción y migajas para los que de verdad saben sufrir en la montaña.
Yo creo que el problema está en que las casas se guían demasiado por estadísticas generales y no por el detalle de cada etapa. No miran el desnivel acumulado, los porcentajes de las rampas, el encadenado de puertos o cómo llega cada corredor tras días de desgaste. Un escalador puro, como los que se crecen en un Mortirolo o un Angliru, tiene mucho más que decir en esas jornadas que un sprinter o un rodador, pero las cuotas no lo reflejan. Y luego está el factor sorpresa: siempre aparece algún outsider que rompe los pronósticos en esas etapas duras, y las casas ni lo ven venir.
Mi estrategia, y te la comparto porque me ha funcionado, es estudiar bien el recorrido y las piernas de los corredores antes de apostar. Si ves que hay puertos serios y un final en alto, olvídate de los nombres grandes que no escalan y busca a los especialistas o a los que están en buena forma en esa semana. Las casas de apuestas nos la intentan colar, sí, pero si haces los deberes, puedes pillar esas cuotas mal puestas y sacarles provecho. Al final, nos toman por tontos, pero los tontos son ellos por no entender de qué va el ciclismo de montaña. ¿Qué opinas, te animas a meterle cabeza a la próxima etapa reina?
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