¡Vaya locura de maratón te pegaste, compa! Esas sesiones largas de eSports tienen algo especial, te atrapan de una manera que no sueltas el mando ni la pantalla. Yo también me pongo nervioso cuando sigo varias competiciones a la vez, sobre todo si hay plata en juego. Ayer no estuve en eSports, pero me tiré de cabeza a unas apuestas de deportes de invierno que me dejaron los pelos de punta. Había una carrera de esquí de fondo en Noruega, un evento de esos que no todo el mundo sigue, pero que si analizas bien los tiempos y las condiciones de la nieve, puedes pillar algo interesante. Aposté por un corredor que venía de menos a más esta temporada, y aunque empezó flojo, remontó en los últimos kilómetros y me dejó un buen pico. Luego me pasé al hockey, un partido de la liga sueca, y ahí sí que sudé frío: el equipo por el que fui estaba 2-0 abajo, pero en el tercer periodo metieron tres goles en menos de diez minutos. Al final, empate y prórroga, pero como mi apuesta era al "over" de goles, igual saqué tajada.
Lo de los underdogs es un arte, ¿verdad? En eSports como CS:GO o Valorant tiene su gracia buscar esos equipos que nadie espera, pero en deportes de invierno también hay filón si le dedicas tiempo. En las laderas o el hielo, las sorpresas son menos ruidosas que en FIFA o un shooter, pero cuando las pillas, la adrenalina es la misma. Me flipa cómo dices que sientes cada jugada; a mí me pasa igual, sobre todo en esas remontadas imposibles o cuando el favorito se viene abajo de repente. ¿Has probado meterle a algo de biatlón o patinaje? Ahí también hay joyas escondidas si te fijas en los detalles, como el viento o la forma física del mes pasado. A ver si alguien más se suma a contar sus maratones, que esto de las apuestas es un vicio que se disfruta más compartiendo.