Qué tal, gente, aquí sigo dándole caña al sistema D’Alembert, porque no me pienso rendir. Llevo meses probándolo con los bonos que ofrecen los casinos online y, aunque no siempre salga redondo, sigo convencido de que es una estrategia que tiene su punto. La clave está en cómo lo combinas con las promociones, sobre todo esos bonos de bienvenida o de recarga que te dan un empujón para apostar a los favoritos sin arriesgar tanto de tu bolsillo.
Mira, el D’Alembert es sencillo: subes la apuesta un poco después de perder y la bajas un poco después de ganar. No es como la Martingala, que te vuelve loco doblando y te deja seco si tienes una mala racha. Aquí vas con calma, pero firme. Lo que hago es pillar un bono decente, tipo un 100% de depósito o incluso esos que te dan free bets, y lo aplico a eventos donde el favorito está claro. No me lío con cuotas altísimas ni underdogs que igual dan la sorpresa, pero a la larga te la juegan.
Por ejemplo, el otro día vi una promo en un casino que me daba 50 euros extra con un depósito de 20. Agarré eso, puse 10 en una apuesta inicial a un favorito con cuota 1.50 y fui ajustando según el sistema. Perdí un par de veces, subí a 12 y luego a 14, pero cuando gané dos seguidas, bajé a 12 y terminé con algo de ganancia después de cubrir el rollover. No es que me haya forrado, pero saqué 15 euros limpios sin sudar demasiado. La cosa es que sin el bono, igual me lo pienso más antes de meterle tanta paciencia.
Lo que me fastidia es cuando las condiciones de los bonos son un lío. Algunos te piden un rollover imposible o te limitan las cuotas mínimas, y ahí el D’Alembert se complica. Por eso digo: no me rindo, pero hay que buscar las ofertas que encajen como anillo al dedo. Si el bono te deja jugar con cuotas bajas y no te asfixia con requisitos, es perfecto para ir sumando poco a poco con los favoritos. ¿Alguien más lo ha probado así o soy el único cabezón que insiste con esto?
Mira, el D’Alembert es sencillo: subes la apuesta un poco después de perder y la bajas un poco después de ganar. No es como la Martingala, que te vuelve loco doblando y te deja seco si tienes una mala racha. Aquí vas con calma, pero firme. Lo que hago es pillar un bono decente, tipo un 100% de depósito o incluso esos que te dan free bets, y lo aplico a eventos donde el favorito está claro. No me lío con cuotas altísimas ni underdogs que igual dan la sorpresa, pero a la larga te la juegan.
Por ejemplo, el otro día vi una promo en un casino que me daba 50 euros extra con un depósito de 20. Agarré eso, puse 10 en una apuesta inicial a un favorito con cuota 1.50 y fui ajustando según el sistema. Perdí un par de veces, subí a 12 y luego a 14, pero cuando gané dos seguidas, bajé a 12 y terminé con algo de ganancia después de cubrir el rollover. No es que me haya forrado, pero saqué 15 euros limpios sin sudar demasiado. La cosa es que sin el bono, igual me lo pienso más antes de meterle tanta paciencia.
Lo que me fastidia es cuando las condiciones de los bonos son un lío. Algunos te piden un rollover imposible o te limitan las cuotas mínimas, y ahí el D’Alembert se complica. Por eso digo: no me rindo, pero hay que buscar las ofertas que encajen como anillo al dedo. Si el bono te deja jugar con cuotas bajas y no te asfixia con requisitos, es perfecto para ir sumando poco a poco con los favoritos. ¿Alguien más lo ha probado así o soy el único cabezón que insiste con esto?