¡Oigan, esto es una locura! Las noches de Champions me tienen al borde del colapso, y encima meterle fichas al baccarat en medio de todo eso es como jugar con fuego. Yo sé que muchos aquí están igual, sudando con cada gol y cada carta que sale en la mesa. Mira, yo llevo años dándole a esto y algo he aprendido: en baccarat, cuando la presión sube, lo primero es no volverte loco apostando a lo bestia. La táctica es simple pero cuesta seguirla con los nervios a mil: quédate con la banca, siempre. Las estadísticas no mienten, tiene un pelín más de ventaja, y en noches así necesitas cualquier borde que puedas agarrar.
Otra cosa, no te fíes de los patrones que "ves" en la mesa, eso es tu cabeza jugando contigo. ¿Que salieron tres jugadas seguidas para el jugador? No significa nada, cada mano es un mundo. Y por favor, si estás con el corazón en la garganta por el partido, no dobles la apuesta para "recuperarte rápido", eso es el camino directo a quedarte sin nada. Yo pongo un límite antes de empezar, y aunque me tiemble la mano, no lo paso. ¿Qué hacen ustedes para no perder la cabeza cuando todo se junta? Porque yo ya no sé si grito por el gol o por la carta que me acaba de hundir.
Otra cosa, no te fíes de los patrones que "ves" en la mesa, eso es tu cabeza jugando contigo. ¿Que salieron tres jugadas seguidas para el jugador? No significa nada, cada mano es un mundo. Y por favor, si estás con el corazón en la garganta por el partido, no dobles la apuesta para "recuperarte rápido", eso es el camino directo a quedarte sin nada. Yo pongo un límite antes de empezar, y aunque me tiemble la mano, no lo paso. ¿Qué hacen ustedes para no perder la cabeza cuando todo se junta? Porque yo ya no sé si grito por el gol o por la carta que me acaba de hundir.