A ver, máquinas, entro al trapo con esto porque el tema está jugoso. Totalmente de acuerdo en que la posición es un cañón en el póker, pero, como dices, sin leer al rival estás disparando a ciegas. Lo de los patrones humanos que comentas me flipa, porque es verdad que a veces pillas más por cómo actúa alguien que por las cartas que podrían caer. Yo suelo fijarme en cosas raras, como si el tío de enfrente empieza a apilar las fichas de forma distinta o si de repente se pone a mirar el móvil como si no le importara la partida. Esos detalles son oro si los cazas.
Ahora, lo que me parece clave es no quedarse solo en la posición o en los tics del rival, sino en cómo usas todo eso para montar tu estrategia. Por ejemplo, yo tengo un rollo que es como jugar lotería, pero al revés: no apuesto a lo loco esperando un milagro, sino que voy calculando mis "números" según lo que veo. Si estoy en buena posición y el de la izquierda está dudando, meto una apuesta que no sea muy heavy, solo para tantear, como quien rasca un boleto sin gastarse todo el sueldo. Pero si la mesa está tensa y no pillo vibras claras, me guardo las fichas y espero mi momento, que al final el póker es eso, saber cuándo rascas y cuándo te plantas.
Lo que me mola de las noches de póker es que siempre hay algo nuevo que aprender. Una vez me fijé en un colega que siempre se rascaba la barbilla cuando tenía algo decente, pero si estaba bluffeando, nada, cara de póker total. Lo pillé porque era viernes, estaba relajado y me dio por observar más de la cuenta. Desde entonces, cuando juego tarde, me pongo en modo detective, buscando esas pistas que te dan ventaja. Lo que no controlo tanto es cuando la mesa está llena de tiburones y todos van de farol. Ahí, ¿cómo hacéis para no comeros un farolazo gordo? Porque yo a veces me emociono con una mano mediocre solo porque la posición me da alas, y luego me llevo el tortazo. ¿Algún truquillo para mantener la cabeza fría y no jugársela como si fuera un sorteo?