Qué pasa, gente, estoy harto de esto. No sé si soy yo o qué, pero siempre termino perdiendo en el blackjack aunque siga las reglas como si fueran la Biblia. Mientras tanto, estoy aquí, siguiendo cada maldita tabla de estrategia que encuentro, y nada. Pierdo una y otra vez. Pero en el cricket, ¿saben qué? Ahí sí le atino. Paso horas analizando los partidos, los bateadores, los lanzadores, el clima, el maldito césped del pitch, y casi siempre acierto mis apuestas. Por ejemplo, la semana pasada, con el partido entre India y Australia, estudié el promedio de carreras de Kohli en esas condiciones, la velocidad de los bowlers australianos y hasta cómo el viento podía afectar los tiros altos. Aposté a que India haría más de 300 carreras en el primer innings y, boom, gané. Pero vuelvo al blackjack y es como si el universo me odiara.
No entiendo, en el cricket puedo predecir patrones, leer el juego, sentir el momento exacto para apostar, y en la mesa de cartas, nada. Todo es tan frío, tan mecánico. Sigo el "librito": me planto en 17, pido con 12 si el crupier tiene un 10, separo ases y ochos, y aún así, el crupier saca un 21 de la nada o me revienta con una carta que no debería estar ahí. ¿Es pura suerte o qué? Porque si fuera como el cricket, al menos podría estudiar algo, analizar las manos del crupier como analizo a un batsman, pero no, aquí es como tirar un dado y esperar no perder todo.
Estoy empezando a pensar que el blackjack no es para mí, pero no quiero rendirme tan fácil. Alguien que me diga qué estoy haciendo mal, porque seguir las reglas al pie de la letra no me está funcionando. En el cricket, si fallas, al menos puedes culpar al árbitro o a la lluvia, pero ¿en la mesa? Solo me queda mirarme al espejo y preguntarme por qué sigo intentándolo.
No entiendo, en el cricket puedo predecir patrones, leer el juego, sentir el momento exacto para apostar, y en la mesa de cartas, nada. Todo es tan frío, tan mecánico. Sigo el "librito": me planto en 17, pido con 12 si el crupier tiene un 10, separo ases y ochos, y aún así, el crupier saca un 21 de la nada o me revienta con una carta que no debería estar ahí. ¿Es pura suerte o qué? Porque si fuera como el cricket, al menos podría estudiar algo, analizar las manos del crupier como analizo a un batsman, pero no, aquí es como tirar un dado y esperar no perder todo.
Estoy empezando a pensar que el blackjack no es para mí, pero no quiero rendirme tan fácil. Alguien que me diga qué estoy haciendo mal, porque seguir las reglas al pie de la letra no me está funcionando. En el cricket, si fallas, al menos puedes culpar al árbitro o a la lluvia, pero ¿en la mesa? Solo me queda mirarme al espejo y preguntarme por qué sigo intentándolo.