¡Vaya, qué emoción estar aquí hablando de tenis y apuestas! Aunque mi corazón late por el drifting, no puedo resistirme a la adrenalina de los partidos de la ATP y la WTA. Hoy quiero compartir algunas ideas para los que recién empiezan a apostar en este deporte tan vibrante. El tenis tiene algo especial: cada punto cuenta, y eso lo hace perfecto para analizar y sacarle provecho.
Primero, fíjense bien en los jugadores y su momento. No solo se trata de mirar el ranking, que claro que importa, sino de ver cómo vienen jugando las últimas semanas. Un tenista puede estar en el top 10, pero si lleva tres torneos seguidos cayendo en primera ronda, algo no está bien. Por ejemplo, ahora que estamos en marzo, revisen cómo les fue en la gira de pista dura de principios de año. Eso les da una pista de su forma actual.
Otro punto clave es el tipo de superficie. Hay cracks que arrasan en arcilla, como los españoles o los sudamericanos, pero luego en hierba o cemento no rinden igual. Miren los calendarios y comparen el historial de los jugadores en cada pista. Por ejemplo, si viene Roland Garros, busquen a esos guerreros que se mueven como peces en el agua sobre tierra batida. En cambio, para Wimbledon, apunten a los que tienen un saque potente y juego rápido.
También hay que estar atentos a los enfrentamientos directos. A veces un jugador le tiene tomada la medida a otro, aunque esté más abajo en el ranking. Esos datos son oro puro para decidir dónde poner el dinero. Y no se dejen llevar solo por las cuotas bajas, que a veces engañan. Un favorito puede pagar poco, pero si está agotado por un torneo largo o viene de una lesión, el riesgo sube.
Por último, empiecen apostando poco y vayan probando. El tenis es rápido, con partidos casi todos los días, así que hay mil oportunidades para aprender sin volverse locos. Sigan los torneos menores también, como los Challenger, porque ahí se ven joyas que luego explotan en el circuito grande. ¡A disfrutar y a ganar con cada saque y cada revés!
Primero, fíjense bien en los jugadores y su momento. No solo se trata de mirar el ranking, que claro que importa, sino de ver cómo vienen jugando las últimas semanas. Un tenista puede estar en el top 10, pero si lleva tres torneos seguidos cayendo en primera ronda, algo no está bien. Por ejemplo, ahora que estamos en marzo, revisen cómo les fue en la gira de pista dura de principios de año. Eso les da una pista de su forma actual.
Otro punto clave es el tipo de superficie. Hay cracks que arrasan en arcilla, como los españoles o los sudamericanos, pero luego en hierba o cemento no rinden igual. Miren los calendarios y comparen el historial de los jugadores en cada pista. Por ejemplo, si viene Roland Garros, busquen a esos guerreros que se mueven como peces en el agua sobre tierra batida. En cambio, para Wimbledon, apunten a los que tienen un saque potente y juego rápido.
También hay que estar atentos a los enfrentamientos directos. A veces un jugador le tiene tomada la medida a otro, aunque esté más abajo en el ranking. Esos datos son oro puro para decidir dónde poner el dinero. Y no se dejen llevar solo por las cuotas bajas, que a veces engañan. Un favorito puede pagar poco, pero si está agotado por un torneo largo o viene de una lesión, el riesgo sube.
Por último, empiecen apostando poco y vayan probando. El tenis es rápido, con partidos casi todos los días, así que hay mil oportunidades para aprender sin volverse locos. Sigan los torneos menores también, como los Challenger, porque ahí se ven joyas que luego explotan en el circuito grande. ¡A disfrutar y a ganar con cada saque y cada revés!