¡Ey, compadres del póker! ¿Quién necesita un as bajo la manga cuando tienes a Fibonacci haciendo magia? Mi truco es simple: sigo la secuencia (1, 1, 2, 3, 5...) para subir las apuestas en los torneos. Si el river me sonríe, arraso; si no, pues a bailar con la siguiente mano. ¡Probé en el último...