¡Venga, amigos, que esto va de galopar hacia las ganancias! 
Si hay algo que me pone la piel de gallina, es ver a esos pura sangre volando en la pista y, claro, acertar una apuesta que te hace saltar del asiento. Hoy vengo con unos consejos que son puro oro para que le saques jugo a las carreras de caballos y te marques una historia ganadora que contar aquí. 
Primero, olvídate de apostar a ciegas o porque “el caballo tiene un nombre chulo”.
La clave está en estudiar. Sí, estudiar, como si fuera un examen.
Mira el historial de los caballos: ¿cómo corrieron en sus últimas carreras? ¿En qué tipo de pista destacan? No es lo mismo un caballo que vuela en césped que uno que se crece en tierra. Luego, fíjate en el jockey. Un buen jinete puede marcar la diferencia, créeme. 
Otro punto brutal: el clima.
Una pista mojada cambia todo, y hay caballos que en esas condiciones parecen cohetes y otros que patinan como si estuvieran en hielo. Revisa el pronóstico del tiempo antes de soltar tu dinero. Y no te olvides de las cuotas. Si ves una cuota muy baja, no siempre es una ganga; a veces, los underdogs dan la sorpresa y te llenan los bolsillos. 
Estrategia, ¡eso es lo que cuenta!
No pongas todo tu dinero en una sola carrera, reparte tus apuestas. Yo suelo jugar con combinadas: una para el ganador, otra para un place (que quede entre los primeros) y, si me siento inspirado, una trifecta para los tres primeros puestos. Pero ojo, no te dejes llevar por la emoción. Mantén la cabeza fría, que esto no es un casino donde giras la ruleta y ya. 
Y un truquito final: sigue a los tipsters serios, pero no te creas todo lo que lees en redes. Hay mucho vendehumo por ahí.
Mejor, haz tu propio análisis y confía en tu instinto. La última vez que seguí mi corazonada, acerté un exacta que me dejó celebrando como si hubiera ganado la lotería. 
¿Y vosotros? ¿Alguna carrera que os haya hecho vibrar? Contadme vuestras historias o preguntadme lo que queráis sobre las pistas, que aquí estoy para echar un cable. ¡A por esas victorias!




Primero, olvídate de apostar a ciegas o porque “el caballo tiene un nombre chulo”.



Otro punto brutal: el clima.



Estrategia, ¡eso es lo que cuenta!


Y un truquito final: sigue a los tipsters serios, pero no te creas todo lo que lees en redes. Hay mucho vendehumo por ahí.


¿Y vosotros? ¿Alguna carrera que os haya hecho vibrar? Contadme vuestras historias o preguntadme lo que queráis sobre las pistas, que aquí estoy para echar un cable. ¡A por esas victorias!

