¡Qué va, no estás solo en esto! El básquet virtual tiene esa magia que te atrapa, sobre todo cuando empiezas a desglosar cada jugada como si fueras un analista de ESPN. Yo también me paso horas mirando las estadísticas de los jugadores digitales, sus porcentajes de acierto en mates o triples, y luego me lanzo a apostar en esas jugadas que parecen sacadas de un videojuego trucado. La clave está en estudiar patrones: qué equipos virtuales tienden a arriesgar más en el último cuarto o qué jugadores tienen mejor racha en simulaciones. Aunque, siendo honesto, a veces la física loca de estos juegos me hace dudar de todo mi análisis y termino apostando por puro instinto. ¿Has probado a fijarte en las tendencias de los torneos pasados? A mí me ha funcionado para no irme a pique tan rápido. Esto es un vicio, pero qué vicio tan bueno.