Hola a todos, vamos directo al grano. La temporada 2025 de carreras de esquí está en pleno apogeo y, como siempre, las apuestas están calentando el ambiente. Hoy quiero compartir un análisis práctico para sacarle jugo a las competiciones de fondo, que son las que más movimiento tienen ahora mismo.
Primero, fijémonos en los favoritos. Los noruegos, como siempre, dominan las cuotas bajas, pero no hay que dormirse con los suecos y los finlandeses, que este año vienen pisando fuerte en las pruebas de distancia. Por ejemplo, en el 50 km clásico, las condiciones de nieve están jugando un papel clave. Si la pista está dura y rápida, los especialistas en técnica clásica como Iversen o Sundby (si sigue en forma) tienen ventaja. Pero ojo, si cae nieve fresca, los que manejan mejor el deslizamiento, como los finlandeses Niskanen o Mäki, pueden dar la sorpresa. Revisad los partes meteorológicos de las sedes antes de meterle dinero.
Segundo, las estadísticas de este año muestran algo interesante: los outsiders están rindiendo mejor en las primeras carreras de la temporada. En enero, en la etapa de Falun, un desconocido como el ruso Semikov se coló en el top 5 con cuotas de 25.0. ¿Por qué? Los grandes nombres suelen reservarse para los Mundiales o el Tour de Ski, así que en estas fechas iniciales hay valor en buscar nombres menos obvios. Mirad el historial reciente de cada corredor en pruebas similares y no os dejéis llevar solo por el hype.
Tercero, las apuestas en vivo son oro aquí. Las carreras de esquí son largas y las diferencias se hacen evidentes después de los primeros 10-15 km. Si veis a alguien rezagado pero con un ritmo constante, como suele hacer Bolshunov, puede ser una buena oportunidad para meterle fichas al top 3. Las cuotas cambian rápido, así que estad atentos a las transmisiones.
Por último, no subestiméis las combinadas. Apostar a ganador + podio en una misma carrera puede multiplicar ganancias si pilláis un día inspirado de algún corredor sólido pero no tan favorito. Por ejemplo, un Klæbo en sprint es casi seguro, pero en fondo hay más variables y ahí es donde se puede rascar algo interesante.
En resumen, estudiad las condiciones, revisad las tendencias de este arranque de temporada y no os caséis con los nombres de siempre. Hay dinero en las carreras de esquí si sabéis dónde mirar. ¿Qué opináis vosotros de las cuotas para la próxima en Östersund?
Primero, fijémonos en los favoritos. Los noruegos, como siempre, dominan las cuotas bajas, pero no hay que dormirse con los suecos y los finlandeses, que este año vienen pisando fuerte en las pruebas de distancia. Por ejemplo, en el 50 km clásico, las condiciones de nieve están jugando un papel clave. Si la pista está dura y rápida, los especialistas en técnica clásica como Iversen o Sundby (si sigue en forma) tienen ventaja. Pero ojo, si cae nieve fresca, los que manejan mejor el deslizamiento, como los finlandeses Niskanen o Mäki, pueden dar la sorpresa. Revisad los partes meteorológicos de las sedes antes de meterle dinero.
Segundo, las estadísticas de este año muestran algo interesante: los outsiders están rindiendo mejor en las primeras carreras de la temporada. En enero, en la etapa de Falun, un desconocido como el ruso Semikov se coló en el top 5 con cuotas de 25.0. ¿Por qué? Los grandes nombres suelen reservarse para los Mundiales o el Tour de Ski, así que en estas fechas iniciales hay valor en buscar nombres menos obvios. Mirad el historial reciente de cada corredor en pruebas similares y no os dejéis llevar solo por el hype.
Tercero, las apuestas en vivo son oro aquí. Las carreras de esquí son largas y las diferencias se hacen evidentes después de los primeros 10-15 km. Si veis a alguien rezagado pero con un ritmo constante, como suele hacer Bolshunov, puede ser una buena oportunidad para meterle fichas al top 3. Las cuotas cambian rápido, así que estad atentos a las transmisiones.
Por último, no subestiméis las combinadas. Apostar a ganador + podio en una misma carrera puede multiplicar ganancias si pilláis un día inspirado de algún corredor sólido pero no tan favorito. Por ejemplo, un Klæbo en sprint es casi seguro, pero en fondo hay más variables y ahí es donde se puede rascar algo interesante.
En resumen, estudiad las condiciones, revisad las tendencias de este arranque de temporada y no os caséis con los nombres de siempre. Hay dinero en las carreras de esquí si sabéis dónde mirar. ¿Qué opináis vosotros de las cuotas para la próxima en Östersund?