¡Ey, banda! ¿Quieren sacarle jugo a las apuestas? Fíjense en los traspasos de jugadores, que eso es oro puro. Imaginen: un crack cambia de equipo, las cuotas se vuelven locas y tú, con ojo clínico, te forras en un casino de Las Vegas o en uno perdido en Macao. Yo lo hice con el último bombazo del mercado europeo y ahora estoy contando billetes. ¡A meterle caña a esos movimientos!