Vamos, que la pista está ardiendo y aquí no hay lugar para los débiles. Se viene un choque de titanes en el próximo partido, y yo ya tengo mi dinero puesto en los cañonazos que van a definir el juego. Analicemos: el primer jugador viene con un saque que parece un misil, promediando 10 aces por partido en sus últimas cinco salidas. Su rival no se queda atrás, con un resto agresivo que castiga cualquier error y un 65% de puntos ganados en la devolución en canchas rápidas. Esto no va a ser un paseo, va a ser una guerra de puntos directos donde el que pestañee pierde. Mi apuesta va fuerte al over de puntos totales, porque estos dos no saben jugar a medias. Si el favorito se confía, el underdog puede darle un susto con winners desde cualquier ángulo. ¿Quién se atreve a meterle fichas a un marcador apretado con más de 24.5 juegos? Esto va a ser un infarto, y yo estoy dentro.