¡Venga, amigos, que esto ya cansa! 
Estoy hasta las narices de ver cómo la peña tira los dados como si fuera una lotería, y luego se quejan de que no pillan nada. Vamos a hablar en serio, que esto no es solo soplar y hacer botellas. Si queréis sacarle jugo a los juegos de dados, hay que meterle cabeza, como si estuvierais analizando un partidazo de tenis en Wimbledon. 
Primero, basta de ir a lo loco. En los dados, como en las apuestas de tenis, todo es cuestión de patrones y probabilidades. No es que te vas a poner a predecir cada tirada como si fueras Nostradamus, pero sí puedes jugar con las odds a tu favor. Por ejemplo, en el Craps, que es de los más populares, la apuesta al "Pass Line" tiene una ventaja para la casa de solo 1.41%. ¿Y el "Don’t Pass"? 1.36%. ¡Eso es mejor que muchas tragaperras! Pero claro, luego ves a gente tirando todo al "Any 7" porque "suena divertido" y se funden en dos rondas.
Segundo, controlad el bankroll. Esto es como cuando apuestas en un torneo largo de tenis: no te vas a jugar todo en un solo set, ¿verdad? Divide tu pasta en unidades y no te pases del 1-2% por tirada. Si tienes 100€, no te plantes con apuestas de 20€ porque te vas a quedar seco antes de que el crupier se tome un café. Y ojo con las rachas: que ganes tres veces seguidas no significa que eres el rey del casino. La varianza en los dados es como un tie-break, te puede dar una alegría o mandarte a casa.
Y luego está el tema de las estrategias. No me vengáis con que "es puro azar" porque no es tan simple. En juegos como el Sic Bo, por ejemplo, podéis centraros en apuestas con pagos bajos pero más probables, como "Big" o "Small". Tienen casi un 50% de salir, así que es como apostar a que un tenista sólido como Nadal gana un punto en tierra batida.
Si queréis ir a lo grande, las apuestas específicas (como un triple) son como jugártela a que un desconocido gana un Grand Slam: puede pasar, pero no es plan de hipotecar la casa.
Por último, estudiad el juego antes de soltar la pasta. Igual que no apostarías en un partido de tenis sin saber si el tío juega mejor en hierba o en cemento, no os tiréis a los dados sin entender las reglas y las probabilidades. Hay mil recursos online, tablas de pagos, simuladores... ¡usadlos! Y si vais a un casino físico, observad un par de rondas antes de entrar. Que no os dé palo, que el que se lanza sin pensar acaba como un novato contra Djokovic: apalizado.
Venga, a meterle seso a esto y dejad de tirar dados como si fuera un juego de niños. Si alguien tiene truquillos o sistemas que le funcionen, que los comparta, que aquí todos queremos ganar.
Estoy hasta las narices de ver cómo la peña tira los dados como si fuera una lotería, y luego se quejan de que no pillan nada. Vamos a hablar en serio, que esto no es solo soplar y hacer botellas. Si queréis sacarle jugo a los juegos de dados, hay que meterle cabeza, como si estuvierais analizando un partidazo de tenis en Wimbledon. Primero, basta de ir a lo loco. En los dados, como en las apuestas de tenis, todo es cuestión de patrones y probabilidades. No es que te vas a poner a predecir cada tirada como si fueras Nostradamus, pero sí puedes jugar con las odds a tu favor. Por ejemplo, en el Craps, que es de los más populares, la apuesta al "Pass Line" tiene una ventaja para la casa de solo 1.41%. ¿Y el "Don’t Pass"? 1.36%. ¡Eso es mejor que muchas tragaperras! Pero claro, luego ves a gente tirando todo al "Any 7" porque "suena divertido" y se funden en dos rondas.
Segundo, controlad el bankroll. Esto es como cuando apuestas en un torneo largo de tenis: no te vas a jugar todo en un solo set, ¿verdad? Divide tu pasta en unidades y no te pases del 1-2% por tirada. Si tienes 100€, no te plantes con apuestas de 20€ porque te vas a quedar seco antes de que el crupier se tome un café. Y ojo con las rachas: que ganes tres veces seguidas no significa que eres el rey del casino. La varianza en los dados es como un tie-break, te puede dar una alegría o mandarte a casa.
Y luego está el tema de las estrategias. No me vengáis con que "es puro azar" porque no es tan simple. En juegos como el Sic Bo, por ejemplo, podéis centraros en apuestas con pagos bajos pero más probables, como "Big" o "Small". Tienen casi un 50% de salir, así que es como apostar a que un tenista sólido como Nadal gana un punto en tierra batida.
Si queréis ir a lo grande, las apuestas específicas (como un triple) son como jugártela a que un desconocido gana un Grand Slam: puede pasar, pero no es plan de hipotecar la casa.Por último, estudiad el juego antes de soltar la pasta. Igual que no apostarías en un partido de tenis sin saber si el tío juega mejor en hierba o en cemento, no os tiréis a los dados sin entender las reglas y las probabilidades. Hay mil recursos online, tablas de pagos, simuladores... ¡usadlos! Y si vais a un casino físico, observad un par de rondas antes de entrar. Que no os dé palo, que el que se lanza sin pensar acaba como un novato contra Djokovic: apalizado.
Venga, a meterle seso a esto y dejad de tirar dados como si fuera un juego de niños. Si alguien tiene truquillos o sistemas que le funcionen, que los comparta, que aquí todos queremos ganar.