¡Venga, que esto se pone bueno! 
Estoy dándole vueltas al blackjack y quiero compartir un análisis que me tiene emocionado. Últimamente he estado probando sistemas de apuestas para maximizar ganancias y controlar pérdidas, y hay un par que están dando que hablar. 
Primero, el clásico conteo de cartas. Sí, ya sé, suena a película de Hollywood, pero con práctica y un buen ojo, puede darte una ventaja brutal. He estado simulando partidas con un mazo estándar y usando el sistema Hi-Lo: asignas +1 a cartas bajas (2-6), -1 a altas (10, J, Q, K, A) y 0 al resto. La clave es ajustar tu apuesta cuando el conteo está a tu favor. En unas 100 manos de prueba, logré un 2% más de retorno frente a jugar sin sistema. ¡No es magia, pero suma!
Luego probé la estrategia de progresión negativa, tipo Martingala, pero adaptada para blackjack. Aquí doblas tu apuesta tras una pérdida, pero con un tope para no quedarte en la ruina. Ejemplo: empiezas con 10€, pierdes, vas a 20€, pierdes otra vez, subes a 40€, y si ganas, vuelves a 10€. En mis pruebas, funcionó bien en rachas cortas, pero ojo, si el crupier encadena victorias, tu bankroll sufre.
En 50 manos, tuve un 60% de éxito, pero el riesgo es alto si no tienes un buen colchón.
Por último, me metí con la tabla de decisiones básicas (esas que te dicen si pedir, plantarte o doblar según tu mano y la carta visible del crupier). Seguirla al pie de la letra reduce la ventaja de la casa a menos del 1%. La combiné con apuestas planas (misma cantidad siempre) y, aunque no es tan emocionante, es súper estable. En 200 manos, mantuve mi bankroll casi intacto, con ligeras ganancias.
Mi veredicto: si buscas emoción y tienes cabeza fría, el conteo de cartas es lo tuyo. Si prefieres algo más seguro, quédate con la tabla y apuestas planas. La progresión negativa es un sube y baja, así que cuidado.
¿Qué sistemas estáis probando vosotros? ¡Contadme, que estoy con el cuaderno abierto! 
Estoy dándole vueltas al blackjack y quiero compartir un análisis que me tiene emocionado. Últimamente he estado probando sistemas de apuestas para maximizar ganancias y controlar pérdidas, y hay un par que están dando que hablar. Primero, el clásico conteo de cartas. Sí, ya sé, suena a película de Hollywood, pero con práctica y un buen ojo, puede darte una ventaja brutal. He estado simulando partidas con un mazo estándar y usando el sistema Hi-Lo: asignas +1 a cartas bajas (2-6), -1 a altas (10, J, Q, K, A) y 0 al resto. La clave es ajustar tu apuesta cuando el conteo está a tu favor. En unas 100 manos de prueba, logré un 2% más de retorno frente a jugar sin sistema. ¡No es magia, pero suma!
Luego probé la estrategia de progresión negativa, tipo Martingala, pero adaptada para blackjack. Aquí doblas tu apuesta tras una pérdida, pero con un tope para no quedarte en la ruina. Ejemplo: empiezas con 10€, pierdes, vas a 20€, pierdes otra vez, subes a 40€, y si ganas, vuelves a 10€. En mis pruebas, funcionó bien en rachas cortas, pero ojo, si el crupier encadena victorias, tu bankroll sufre.
En 50 manos, tuve un 60% de éxito, pero el riesgo es alto si no tienes un buen colchón.Por último, me metí con la tabla de decisiones básicas (esas que te dicen si pedir, plantarte o doblar según tu mano y la carta visible del crupier). Seguirla al pie de la letra reduce la ventaja de la casa a menos del 1%. La combiné con apuestas planas (misma cantidad siempre) y, aunque no es tan emocionante, es súper estable. En 200 manos, mantuve mi bankroll casi intacto, con ligeras ganancias.
Mi veredicto: si buscas emoción y tienes cabeza fría, el conteo de cartas es lo tuyo. Si prefieres algo más seguro, quédate con la tabla y apuestas planas. La progresión negativa es un sube y baja, así que cuidado.
¿Qué sistemas estáis probando vosotros? ¡Contadme, que estoy con el cuaderno abierto!