Señores, aquí no hay espacio para los débiles. Si quieren reinar en las mesas de póker high-stakes, apunten: control absoluto del bankroll, lean a sus rivales como si fueran un libro abierto y jueguen con la precisión de un cirujano. La clave está en presionar sin piedad cuando huelan sangre. ¿Quieren ser reyes o seguir siendo peones?