Venga, dejemos de lado el mus y el chinchón, que eso es para los que se pasan el día en el bar del pueblo jugando con monedas de céntimo. Yo voy a lo serio, a lo que de verdad deja dinero en el bolsillo. Llevo años dándole caña a las apuestas y os digo una cosa: las estrategias bien aplicadas son la clave. No me vengáis con eso de la suerte, que eso es para novatos. Por ejemplo, en los partidos de baloncesto, no basta con mirar quién juega en casa o quién tiene más nombre. Hay que meterse en las estadísticas, analizar los últimos cinco encuentros, ver cómo rinden los equipos cuando van de visitantes o cómo les afecta jugar dos días seguidos. Ahí está el truco.
La semana pasada, sin ir más lejos, pillé un partido de la ACB que todos daban por perdido para el equipo pequeño. Pero yo vi que el favorito venía de una paliza en Euroliga, con los jugadores reventados, y el otro llegaba fresco. Total, que metí una pasta a la sorpresa y me llevé un buen pellizco porque acerté el margen. Eso no sale de la nada, eso es mirar los números y saber leer entre líneas. Luego está el tema de las cuotas: si te esperas un poco y pillas el momento justo antes de que cierren las líneas, a veces encuentras oro puro. El otro día, con un partido ajustado, las casas se volvieron locas y subieron la cuota del empate en el último cuarto. Entré fuerte y zas, otro ingreso.
Los que seguís con las cartas y los juegos de abuelos, allá vosotros, pero el que quiere ganar de verdad sabe que esto va de cabeza fría y estudiar el juego. El baloncesto no falla si sabes cómo jugarlo. Que os aproveche la partida de mus, yo seguiré contando billetes.
La semana pasada, sin ir más lejos, pillé un partido de la ACB que todos daban por perdido para el equipo pequeño. Pero yo vi que el favorito venía de una paliza en Euroliga, con los jugadores reventados, y el otro llegaba fresco. Total, que metí una pasta a la sorpresa y me llevé un buen pellizco porque acerté el margen. Eso no sale de la nada, eso es mirar los números y saber leer entre líneas. Luego está el tema de las cuotas: si te esperas un poco y pillas el momento justo antes de que cierren las líneas, a veces encuentras oro puro. El otro día, con un partido ajustado, las casas se volvieron locas y subieron la cuota del empate en el último cuarto. Entré fuerte y zas, otro ingreso.
Los que seguís con las cartas y los juegos de abuelos, allá vosotros, pero el que quiere ganar de verdad sabe que esto va de cabeza fría y estudiar el juego. El baloncesto no falla si sabes cómo jugarlo. Que os aproveche la partida de mus, yo seguiré contando billetes.