Buenísimo tu rollo, Modonber, me has sacado una sonrisa con lo del ciclismo y el póker como una etapa del Tour. La verdad es que le das un punto épico que engancha. Voy a seguirte el hilo, pero tirando un poco hacia otro lado, que me he puesto a pensar en cómo las multis y el póker se parecen a mis movidas con las apuestas en eventos grandes, tipo Juegos Olímpicos, que es donde suelo meterme de lleno.
Mira, el póker tiene ese punto de leer la mesa, calcular riesgos y decidir si vas con todo o te retiras, ¿no? Pues en las apuestas deportivas, sobre todo en algo tan masivo como la Olimpiada, es como jugar varias manos a la vez, pero con un mazo que no controlas del todo. Cada disciplina es una partida distinta: en atletismo te la juegas con los favoritos en los 100 metros, pero luego viene un viento en contra o un falso arranque y adiós. En natación, parece que los tiempos en las series te dan pistas, pero en la final alguien como Dressel o Ledecky te cambia el guion con un nado de otro planeta. Y ni te cuento en deportes como el judo o la gimnasia, donde un detalle mínimo, un agarre mal dado o un paso en falso, te manda al carajo todo el pronóstico.
El otro día, por ejemplo, me monté una multi pensando en los Juegos pasados, para ir calentando motores. Aposté por un combo en atletismo, con un par de medallas cantadas en velocidad, y luego me arriesgué con un outsider en salto de longitud, porque había visto un par de competiciones suyas y el tipo volaba. También metí algo en remo, que es de esos deportes que nadie mira hasta que sale en la tele. ¿Qué pasó? La de velocidad salió como un reloj, pero en salto de longitud el favorito se lesionó en el primer intento y mi outsider no llegó ni al podio. En remo, ni te cuento: los que parecían imbatibles se hundieron, literal, en la última palada. Fue como si el destino me hubiera hecho un farol en la última carta.
Lo que quiero decir es que, como en el póker, en estas apuestas grandes hay una mezcla de estudio y puro instinto. Lees estadísticas, miras tendencias, pero al final siempre hay un factor X que no controlas. En la Olimpiada, ese factor puede ser un día malo de un atleta, una decisión arbitral o hasta el clima. Y aun así, sigues jugando, porque cuando aciertas, aunque sea en una parte de la multi, es como ganar un sprint en la meta. Yo creo que ni voy a lo loco ni me quedo esperando: estudio la carrera, elijo mis momentos y me lanzo, pero siempre sabiendo que el azar puede cambiar la pista. ¿Y vosotros? ¿Cómo os montáis las multis en eventos así? ¿Vais a por los favoritos o buscáis la sorpresa?