¡Eh, compadres, aquí no hay ruleta que gire más rápido que un disco en un partido de hockey! Mientras unos están dándole vueltas a la bolita, yo os traigo un sistema para sacar tajada en las apuestas exprés de hockey que os va a dejar más helados que un rink en pleno invierno. Vamos al lío, que el hielo se derrite y las cuotas no esperan.
Primero, el truco está en pillar los partidos donde los equipos sean como el yin y el yang: uno que meta goles como si no hubiera mañana y otro que defienda como si su vida dependiera de ello. Mirad las estadísticas de las últimas cinco jornadas, no os fiéis solo del nombre del equipo, que a veces los grandes patinan más que un novato en su primer día. Si el promedio de goles del atacante está por encima de 3.5 y el defensor encaja menos de 2 por partido, ahí hay una mina de oro.
Luego, id a por los mercados rápidos: apuesta al primer período o al primer gol antes del minuto 10. Las cuotas suelen estar jugosas porque los bookies saben que el hockey es un caos organizado. Si el equipo ofensivo tiene un power play decente, mejor aún, porque en cuanto el rival se quede con uno menos, el disco vuela al fondo de la red más rápido que un crupier repartiendo cartas.
Otro consejo: combinad dos o tres eventos en un exprés, pero no os paséis de listos metiendo cinco o seis, que entonces es más fácil que os salga un pleno en la ruleta a que acertéis todo. Por ejemplo, coged un "más de 1.5 goles en el primer período" con un "gana el equipo local" si juega en casa contra un rival que lleva tres derrotas seguidas. Las cuotas se multiplican y con 10 euros os podéis sacar un café y algo más para la próxima ronda.
Y ojo, no os dejéis llevar por el subidón de un partido loco con 10 goles. El hockey exprés es como una partida rápida en la ruleta: o aciertas de primeras o te quedas viendo cómo el croupier se ríe en tu cara. Analizad, apostad y salid pitando a cobrar antes de que el hielo se rompa bajo vuestros pies. ¡A patinar se ha dicho!
Primero, el truco está en pillar los partidos donde los equipos sean como el yin y el yang: uno que meta goles como si no hubiera mañana y otro que defienda como si su vida dependiera de ello. Mirad las estadísticas de las últimas cinco jornadas, no os fiéis solo del nombre del equipo, que a veces los grandes patinan más que un novato en su primer día. Si el promedio de goles del atacante está por encima de 3.5 y el defensor encaja menos de 2 por partido, ahí hay una mina de oro.
Luego, id a por los mercados rápidos: apuesta al primer período o al primer gol antes del minuto 10. Las cuotas suelen estar jugosas porque los bookies saben que el hockey es un caos organizado. Si el equipo ofensivo tiene un power play decente, mejor aún, porque en cuanto el rival se quede con uno menos, el disco vuela al fondo de la red más rápido que un crupier repartiendo cartas.
Otro consejo: combinad dos o tres eventos en un exprés, pero no os paséis de listos metiendo cinco o seis, que entonces es más fácil que os salga un pleno en la ruleta a que acertéis todo. Por ejemplo, coged un "más de 1.5 goles en el primer período" con un "gana el equipo local" si juega en casa contra un rival que lleva tres derrotas seguidas. Las cuotas se multiplican y con 10 euros os podéis sacar un café y algo más para la próxima ronda.
Y ojo, no os dejéis llevar por el subidón de un partido loco con 10 goles. El hockey exprés es como una partida rápida en la ruleta: o aciertas de primeras o te quedas viendo cómo el croupier se ríe en tu cara. Analizad, apostad y salid pitando a cobrar antes de que el hielo se rompa bajo vuestros pies. ¡A patinar se ha dicho!