Ey, ¿qué tal, locos del cartón? Ayer me lancé un maratón de bingo que ni Usain Bolt corriendo los 100 metros. Empecé a las 8 de la noche, confiado, con mi café y mis sueños de grandeza. A las 3 de la mañana, ya no sabía si el "B-15" era un número o el saldo que me quedaba en el banco. Aguanté 7 horas antes de que los ojos me hicieran chiribitas y confundiera el "O-75" con el precio de mi alquiler. ¿Estrategia? Marcar rápido y rezar para no gritar "¡bingo!" cuando solo era un "uy, casi". ¿Cuánto duran ustedes antes de que los números se les bailen?