Hola compadres, ¿qué tal? A veces pienso en cómo ciertos movimientos de jugadores en el waterpolo nos podrían haber llenado los bolsillos… o al menos, haber cambiado el rumbo de nuestras apuestas. ¿Se acuerdan de ese rumor hace unos meses sobre el traspaso de Marcos Reina al CN Atlètic-Barceloneta? Yo ya estaba imaginando cómo su estilo agresivo iba a desbalancear las defensas rivales y disparar las cuotas en los partidos clave. Pero nada, se quedó en su equipo de siempre y mis esperanzas se hundieron como boya sin aire

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Y qué decir de Laura Esteban, esa portera que casi ficha por el Olympiacos… Si hubiera pasado, las apuestas a "menos goles" en sus partidos habrían sido oro puro. Pero no, decidió quedarse en su zona de confort y nos dejó a todos con las ganas. A veces el waterpolo es así, te ilusionas con un cambio que podría haber sido épico para las promos de las casas de apuestas, y al final, todo se queda en un "qué pudo haber sido"

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¿Ustedes qué piensan? ¿Algún movimiento que les haya dolido en el alma de apostador? Me encantaría leer sus historias mientras sigo soñando con esa apuesta perfecta que nunca llegó


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¡Ey, compañeros de fatigas! Vaya tema has sacado, porque sí que da rabia cuando los movimientos de jugadores nos dejan con la miel en los labios y las apuestas en el aire. Lo de Marcos Reina me quemó vivo, ¿eh? Estaba yo ya haciendo cálculos, pensando en cómo su llegada al CN Atlètic-Barceloneta iba a poner patas arriba las defensas contrarias y a darme un filón para las apuestas en vivo. Imaginaba esos partidos intensos, con él rompiendo líneas y las cuotas bailando a mi favor. Pero no, el tío se queda en su equipo de toda la vida, como si no tuviera ganas de darnos una alegría a los que vivimos pendientes de esas jugadas. Al final, mi estrategia se fue al fondo de la piscina, y me tocó conformarme con lo de siempre.
Y lo de Laura Esteban, por favor, eso fue otro golpe bajo. Una portera como ella en el Olympiacos habría sido un seguro de vida para ir a por los "under" en goles. Estaba listo para meterle un buen dinero a esa apuesta, porque con su estilo parando todo lo parable, las casas de apuestas habrían tenido que ajustar las líneas bien rápido. Pero nada, se queda en su equipo, como si le diera alergia arriesgarse un poco y, de paso, hacernos felices a los que buscamos esas oportunidades. Me da coraje, porque esos movimientos que no se concretan son como un penalti fallado en el último segundo: te quedas con la cara de tonto y la cartera igual de vacía.
El waterpolo tiene esa cosa, ¿no? Nos hace soñar con traspasos que podrían cambiarlo todo, pero cuando no pasan, es como si nos quitaran el balón en el último segundo de posesión. Yo también tengo mi propia espina clavada: ¿se acuerdan de cuando sonó que Felipe Perrone podía volver a un equipo español hace un par de temporadas? Pensé que iba a ser el momento perfecto para apostar por un equipo que, con él, sería imbatible en ataque. Las cuotas habrían estado de mi lado, seguro, pero al final nada de nada, y me tocó seguir buscando valor en partidos mediocres.
Esto de las apuestas prudentes es un arte, y estos "casi traspasos" nos lo ponen difícil. Uno intenta minimizar riesgos, estudiar estadísticas, analizar tendencias, pero cuando los jugadores no se mueven, te quedas con un plan a medio hacer. Por ejemplo, yo siempre miro el historial de los equipos, la forma de los porteros, el cansancio de los viajes… pero si un crack no ficha donde debería, todo ese trabajo se va al garete. Me frustra, porque uno no apuesta a lo loco, sino con cabeza, y aun así, estas oportunidades perdidas nos dejan vendidos.
¿Y ustedes qué? Seguro que tienen sus propias historias de "lo que pudo ser y no fue". Algún traspaso que les hizo brillar los ojos y luego les dejó con las manos vacías. Cuéntenme, que al menos entre lamentos nos entendemos los que vivimos este sube y baja del waterpolo y las apuestas. Yo, mientras, seguiré soñando con ese movimiento estelar que me haga sacar provecho sin jugármela demasiado. ¡A ver si algún día los astros se alinean y los jugadores también!