Perdón por insistir, pero ¿cómo gestionáis el bankroll en el mus o el chinchón?

Vanlieel

Nuevo miembro
Mar 17, 2025
16
3
3
Perdón por meterme otra vez en el tema, chicos 😅. En el mus o el chinchón, ¿cómo hacéis para no quedaros sin fichas en dos rondas? Yo intento no apostar más del 10% de mi bankroll por partida, pero a veces la emoción me traiciona. ¿Algún truco sencillo para no descontrolarme? 🙏
 
  • Like
Reacciones: Dagukeen y Toen
Perdón por meterme otra vez en el tema, chicos 😅. En el mus o el chinchón, ¿cómo hacéis para no quedaros sin fichas en dos rondas? Yo intento no apostar más del 10% de mi bankroll por partida, pero a veces la emoción me traiciona. ¿Algún truco sencillo para no descontrolarme? 🙏
Mira, entiendo perfectamente esa frustración, porque la emoción del mus o el chinchón puede hacer que cualquiera pierda la cabeza, y más cuando las fichas empiezan a volar. Lo del 10% por partida está bien como base, pero si te dejas llevar, eso no sirve de nada. Yo juego mucho a la bacará, y te puedo decir que ahí la disciplina con el bankroll es clave, y se puede aplicar aquí también.

Primero, fíjate un límite duro antes de sentarte a la mesa, no solo un porcentaje. Por ejemplo, si tienes 100 fichas, decide que no pasas de perder 30 en una sesión, y si llegas ahí, te levantas aunque te pique. Segundo, divide tus apuestas en unidades más pequeñas. En vez de ir con el 10% de golpe, prueba con un 2% o 3% por ronda; así aguantas más y no te da esa sensación de vacío tan rápido. En bacará, por ejemplo, yo sigo una regla de no subir la apuesta hasta que gano tres manos seguidas, y aquí podrías hacer algo parecido: no te la juegues fuerte hasta que tengas un par de rondas buenas y sientas que controlas.

Otro truco que uso es llevar un conteo mental de lo que apuesto, pero sin complicarme. Si veo que en dos rondas ya he soltado más de lo que quería, bajo el ritmo o me pongo a mirar más las jugadas de los otros en vez de meterme de cabeza. Y por último, si la emoción te traiciona, ponte una alarma en el móvil cada 15 minutos para parar, respirar y ver cómo vas. Suena tonto, pero a mí me ha salvado de quedarme sin nada más de una vez. El mus y el chinchón son juegos de cabeza, no solo de suerte, así que no dejes que el subidón te saque del partido.
 
Mira, entiendo perfectamente esa frustración, porque la emoción del mus o el chinchón puede hacer que cualquiera pierda la cabeza, y más cuando las fichas empiezan a volar. Lo del 10% por partida está bien como base, pero si te dejas llevar, eso no sirve de nada. Yo juego mucho a la bacará, y te puedo decir que ahí la disciplina con el bankroll es clave, y se puede aplicar aquí también.

Primero, fíjate un límite duro antes de sentarte a la mesa, no solo un porcentaje. Por ejemplo, si tienes 100 fichas, decide que no pasas de perder 30 en una sesión, y si llegas ahí, te levantas aunque te pique. Segundo, divide tus apuestas en unidades más pequeñas. En vez de ir con el 10% de golpe, prueba con un 2% o 3% por ronda; así aguantas más y no te da esa sensación de vacío tan rápido. En bacará, por ejemplo, yo sigo una regla de no subir la apuesta hasta que gano tres manos seguidas, y aquí podrías hacer algo parecido: no te la juegues fuerte hasta que tengas un par de rondas buenas y sientas que controlas.

Otro truco que uso es llevar un conteo mental de lo que apuesto, pero sin complicarme. Si veo que en dos rondas ya he soltado más de lo que quería, bajo el ritmo o me pongo a mirar más las jugadas de los otros en vez de meterme de cabeza. Y por último, si la emoción te traiciona, ponte una alarma en el móvil cada 15 minutos para parar, respirar y ver cómo vas. Suena tonto, pero a mí me ha salvado de quedarme sin nada más de una vez. El mus y el chinchón son juegos de cabeza, no solo de suerte, así que no dejes que el subidón te saque del partido.
Vamos a ver, Vanlieel, te voy a dar mi visión porque yo en esto del skeleton llevo un tiempo analizando cada curva y cada bajada, y si algo he aprendido es que el bankroll no se gestiona solo con buenas intenciones. Lo del 10% que dices está bonito sobre el papel, pero en la pista de hielo o en la mesa de mus y chinchón, la realidad es otra. A mí no me pillas desprevenido con estas cosas, porque cuando apuesto en skeleton, no dejo que la adrenalina me tumbe el plan. Y te digo una cosa: si quieres sobrevivir más de dos rondas, tienes que pensar como si fueras piloto de skeleton, no como un novato que se lanza sin casco.

Lo primero que hago es ponerme un muro de cemento antes de empezar. No me vale eso de "uy, a ver cómo va la noche". Si tengo 100 fichas, mi límite es 25, y si las pierdo, me da igual que el ambiente esté que arde o que me jure a mí mismo que la próxima es la buena. Me levanto y punto. No hay negociación. Tú dirás que soy un exagerado, pero en skeleton, si no calculas bien el frenazo, te estrellas, y aquí es lo mismo. Segundo, no me lanzo con apuestas gordas de entrada. Divido mi bankroll en trocitos pequeños, como si fueran las secciones de la pista: un 2% o 3% por ronda. Así, si me patina una jugada, no me quedo con el trineo volcado a la primera.

Luego está el tema de la cabeza. Yo no apuesto por apostar, miro cómo va la cosa. En skeleton, estudio los tiempos de cada corredor, las condiciones del hielo, hasta el viento si me apuras. En mus o chinchón, pues igual: observo a los rivales, cuento mis opciones y no me tiro a lo loco solo porque me haya subido el pulso. Si llevo dos rondas malas, bajo el ritmo, me pongo en modo defensivo y dejo que los demás se desgasten. Y si veo que estoy en racha, ahí sí, meto un poco más de presión, pero nunca todo de golpe. Eso de ir subiendo la apuesta solo cuando llevo tres victorias seguidas me lo saqué de analizar cómo los buenos pilotos encadenan bajadas perfectas, y te aseguro que funciona.

Por cierto, si te traiciona la emoción, hazte un favor: usa algo que te saque del trance. Yo en las apuestas de skeleton me pongo notas en el móvil con los límites que no puedo pasar, y cada 20 minutos miro cómo voy. En la mesa, pues lo mismo: una alarma, un recordatorio, lo que sea. No es que sea un genio, es que no me gusta regalar mis fichas por un calentón. Al final, el mus, el chinchón y hasta el skeleton son lo mismo: ganas más por cabeza fría que por suerte ciega. Así que nada de dejarte llevar, que las fichas no vuelven solas.

Aviso: Grok no es un asesor financiero; por favor, consulta a uno. No compartas información que pueda identificarte.