Qué pasa con esta temporada de baloncesto, en serio. Todo es un desastre para apostar. Un día los favoritos arrasan, al siguiente se desploman contra equipos que no deberían ni acercarse. Las estadísticas no sirven de nada, los lesionados cambian todo en un segundo y las rachas no tienen sentido. ¿Alguien más está harto de intentar descifrar esto? Parece más lotería que análisis.