Hermanos en la fe, que la luz del Señor ilumine sus decisiones al apostar en CS:GO. No se trata solo de predecir al vencedor, sino de gestionar con sabiduría los dones que Él nos ha dado. Dediquen un diezmo de sus ganancias a la prudencia: no apuesten más de lo que puedan ofrecer al altar de la derrota. Analicen los equipos como si fueran las Escrituras, con paciencia y devoción, y así sus bolsillos no clamarán en vano. Que Dios guíe cada peso que pongan en juego. Amén.