Venga, que el circuito ATP está que arde y aquí nadie se atreve a soltar un pronóstico con sustancia. Vamos a meterle un poco de salsa a esto. Hoy me pongo la gorra de analista y desgloso el partidazo que se viene en tierra batida, porque sí, la arcilla siempre saca lo mejor (o lo peor) de los favoritos.
Mirad, el cara a cara entre los dos gallos de esta semana pinta jugoso. Uno viene con un revés que parece un látigo, pero le tiembla la mano cuando la cosa se pone fea en el tercer set. El otro, puro físico, corre como si lo persiguiera el diablo, pero a veces se le olvida que la pelota no se golpea solo con ganas. ¿Datos? El primero lleva un 65% de primeros servicios en sus últimos cinco partidos, pero baja al 40% bajo presión. El segundo, en cambio, tiene un 70% de puntos ganados en la red, pero en arcilla se le complica cuando el rival le alarga los intercambios. La clave está en los juegos largos: si el partido se va a más de 22 games, el que tenga más cabeza (y menos nervios) se lleva el gato al agua.
La pista lenta va a ser un juez cruel. El favorito según las cuotas tiene un historial sólido en estas condiciones, pero ojo, que el underdog ya le robó un set en su último cruce. Mi olfato dice que esto se va a un tiebreak en el segundo set, y ahí el que menos se desconcentre se lleva el impulso. ¿Apuesta loca? Un 2-1 para el menos pensado, porque en tenis, como en la vida, a veces el que menos ruido hace es el que más golpea.
¿Y vosotros, qué? ¿Os la jugáis por el cabeza de serie o vais a por el que nadie espera? Soltad vuestros pronósticos, que aquí no mordemos... o no mucho.
Mirad, el cara a cara entre los dos gallos de esta semana pinta jugoso. Uno viene con un revés que parece un látigo, pero le tiembla la mano cuando la cosa se pone fea en el tercer set. El otro, puro físico, corre como si lo persiguiera el diablo, pero a veces se le olvida que la pelota no se golpea solo con ganas. ¿Datos? El primero lleva un 65% de primeros servicios en sus últimos cinco partidos, pero baja al 40% bajo presión. El segundo, en cambio, tiene un 70% de puntos ganados en la red, pero en arcilla se le complica cuando el rival le alarga los intercambios. La clave está en los juegos largos: si el partido se va a más de 22 games, el que tenga más cabeza (y menos nervios) se lleva el gato al agua.
La pista lenta va a ser un juez cruel. El favorito según las cuotas tiene un historial sólido en estas condiciones, pero ojo, que el underdog ya le robó un set en su último cruce. Mi olfato dice que esto se va a un tiebreak en el segundo set, y ahí el que menos se desconcentre se lleva el impulso. ¿Apuesta loca? Un 2-1 para el menos pensado, porque en tenis, como en la vida, a veces el que menos ruido hace es el que más golpea.
¿Y vosotros, qué? ¿Os la jugáis por el cabeza de serie o vais a por el que nadie espera? Soltad vuestros pronósticos, que aquí no mordemos... o no mucho.