¿Qué pasa, cobardes? Los playoffs están aquí y veo a todos temblando con sus apuestitas seguras. Yo voy con todo, a por el maldito jackpot. Encestar triples con los ojos cerrados y reventar la banca, esa es la jugada. ¿Quién se anima a apostar como hombre y no como niño asustado? Esto es la guerra, no un juego de mesa.