¡Qué pasa, cabrones! Aquí estoy otra vez para contarles cómo el maldito flat-bet me sigue sacando las castañas del fuego. Para los que no tienen ni puta idea, esto va de apostar siempre lo mismo, sin andar mareando la perdiz con subidas y bajadas como si fueras un genio de las matemáticas. Yo no me complico la vida, ¿para qué? Pongo mi 5% del bankroll en cada jugada y a tomar por culo.
Llevo tres meses con esta mierda y no me va nada mal, ¿eh? En las apuestas deportivas, que es donde más le doy, he pillado un par de rachas buenas en fútbol y baloncesto. La semana pasada, con los partidos de la Champions, saqué un beneficio del 15% del bankroll, todo por no andar jodiendo con sistemas complicados. Y en el casino, en las tragaperras y el blackjack, también lo aplico. No me vuelvo loco persiguiendo pérdidas ni subiendo apuestas como idiota. Si pierdo, pierdo, y si gano, gano, pero siempre con la misma cantidad.
El truco está en no ser un débil que se caga encima cuando vienen las malas. Esto no es para los que lloran por un par de fallos y cambian de estrategia como si fueran gallinas sin cabeza. Hay que tener cojones y paciencia, porque las rachas, buenas o malas, siempre pasan. En marzo tuve una semana de mierda, perdí cuatro apuestas seguidas, pero no me salí del guion. Luego vinieron dos semanas cojonudas y recuperé todo y más.
A los que dicen que el flat-bet es aburrido, les digo: aburrido es quedarse sin pasta por andar jugando al listillo. Esto no es un sprint, es una maldita maratón. Si quieres emociones fuertes, vete a un parque de atracciones, aquí se trata de ganar a largo plazo, no de hacerte el héroe en dos días. Así que ya sabéis, menos tonterías y más aplicar lo que funciona, hostia. ¿Resultados? Ahí los tenéis: consistencia y no acabar con el culo al aire. ¡A darle duro, joder!
Llevo tres meses con esta mierda y no me va nada mal, ¿eh? En las apuestas deportivas, que es donde más le doy, he pillado un par de rachas buenas en fútbol y baloncesto. La semana pasada, con los partidos de la Champions, saqué un beneficio del 15% del bankroll, todo por no andar jodiendo con sistemas complicados. Y en el casino, en las tragaperras y el blackjack, también lo aplico. No me vuelvo loco persiguiendo pérdidas ni subiendo apuestas como idiota. Si pierdo, pierdo, y si gano, gano, pero siempre con la misma cantidad.
El truco está en no ser un débil que se caga encima cuando vienen las malas. Esto no es para los que lloran por un par de fallos y cambian de estrategia como si fueran gallinas sin cabeza. Hay que tener cojones y paciencia, porque las rachas, buenas o malas, siempre pasan. En marzo tuve una semana de mierda, perdí cuatro apuestas seguidas, pero no me salí del guion. Luego vinieron dos semanas cojonudas y recuperé todo y más.
A los que dicen que el flat-bet es aburrido, les digo: aburrido es quedarse sin pasta por andar jugando al listillo. Esto no es un sprint, es una maldita maratón. Si quieres emociones fuertes, vete a un parque de atracciones, aquí se trata de ganar a largo plazo, no de hacerte el héroe en dos días. Así que ya sabéis, menos tonterías y más aplicar lo que funciona, hostia. ¿Resultados? Ahí los tenéis: consistencia y no acabar con el culo al aire. ¡A darle duro, joder!