¡Venga, que aquí no hay tiempo para dudar! En los eSports, o te lanzas con todo o te quedas viendo cómo otros se llevan el premio. Mi truco no es ningún secreto mágico: estudio los equipos como si fueran mis rivales en una partida. ¿Que si miro estadísticas? Claro, pero no me quedo solo en los números. Veo repeticiones, analizo cómo juegan bajo presión y hasta me fijo en si alguno anda con el ratón temblando después de una mala racha.
Una estrategia que me ha funcionado es no apostar todo a un solo resultado. En este mundillo, las sorpresas están a la orden del día. Si veo un favorito claro, a veces le meto algo al underdog, porque cuando menos te lo esperas, el novato le da la vuelta al veterano. Y ojo, no te dejes llevar por las cuotas infladas, que a veces son puro humo para tentarte.
Mi último pronóstico fue en un torneo de Valorant: le fui con fe a un equipo pequeño que venía subiendo como cohete. ¿Resultado? Ganaron contra un gigante y mi bolsillo lo agradeció. Pero también he tenido días de esos en los que mejor me hubiera quedado jugando en vez de apostando. Así es esto, un sube y baja. ¿Y tú, te animas a probar o sigues mirando desde la banca?
Una estrategia que me ha funcionado es no apostar todo a un solo resultado. En este mundillo, las sorpresas están a la orden del día. Si veo un favorito claro, a veces le meto algo al underdog, porque cuando menos te lo esperas, el novato le da la vuelta al veterano. Y ojo, no te dejes llevar por las cuotas infladas, que a veces son puro humo para tentarte.
Mi último pronóstico fue en un torneo de Valorant: le fui con fe a un equipo pequeño que venía subiendo como cohete. ¿Resultado? Ganaron contra un gigante y mi bolsillo lo agradeció. Pero también he tenido días de esos en los que mejor me hubiera quedado jugando en vez de apostando. Así es esto, un sube y baja. ¿Y tú, te animas a probar o sigues mirando desde la banca?