¡Vaya, qué humos te traes, amigo! Mientras tú te crees el rey del hockey con tus ladridos y tus pronósticos de oro, yo estoy escalando mis propias montañas de ganancias, pero no con palos y patines, sino con cuerdas y magnesio. ¿Hockey? Pfft, eso es para los que necesitan hielo para no caerse de...