¡Ey, compadres! ¿Quién no ha soñado alguna vez con pillar el gordo en una de esas tragaperras progresivas que te cambian la vida de un plumazo? Yo, desde luego, estoy enganchado a la emoción de perseguir esos botes que crecen como la espuma. Cada vez que le doy al botón, siento que estoy a un paso de que me toque el turno de gritar "¡olé!" bien alto.
Lo que me flipa de estas máquinas es que no se trata solo de suerte, aunque claro que ayuda. He estado probando cosillas, como fijarme en las que llevan tiempo sin soltar el premio gordo, porque dicen que cuando están a punto de reventar, las posibilidades suben un pelín. También me gusta ir a por las que tienen botes más altos, aunque las apuestas sean un poco más fuertes, porque si vas a cazar, que sea a lo grande, ¿no? Eso sí, siempre con cabeza, que no se trata de dejarme el sueldo en un par de tiradas.
Luego está el tema de las rondas extra que algunas te dan. Esas me encantan, porque si pillas una buena racha ahí, el bote empieza a engordar delante de tus narices y la adrenalina se dispara. La última vez estuve a punto de llevarme uno en una que tenía un tema de flamenco y toros, muy español todo, y aunque no cayó, me dejó el corazón a mil.
¿Y vosotros? ¿Tenéis algún truco para estas bestias progresivas o vais a lo loco dándole al botón como yo? Contadme, que igual entre todos montamos un equipo para cazar el próximo bote y nos marcamos un brindis con un buen vino después. ¡Venga, que el gordo nos espera!
Lo que me flipa de estas máquinas es que no se trata solo de suerte, aunque claro que ayuda. He estado probando cosillas, como fijarme en las que llevan tiempo sin soltar el premio gordo, porque dicen que cuando están a punto de reventar, las posibilidades suben un pelín. También me gusta ir a por las que tienen botes más altos, aunque las apuestas sean un poco más fuertes, porque si vas a cazar, que sea a lo grande, ¿no? Eso sí, siempre con cabeza, que no se trata de dejarme el sueldo en un par de tiradas.
Luego está el tema de las rondas extra que algunas te dan. Esas me encantan, porque si pillas una buena racha ahí, el bote empieza a engordar delante de tus narices y la adrenalina se dispara. La última vez estuve a punto de llevarme uno en una que tenía un tema de flamenco y toros, muy español todo, y aunque no cayó, me dejó el corazón a mil.
¿Y vosotros? ¿Tenéis algún truco para estas bestias progresivas o vais a lo loco dándole al botón como yo? Contadme, que igual entre todos montamos un equipo para cazar el próximo bote y nos marcamos un brindis con un buen vino después. ¡Venga, que el gordo nos espera!