¡Epa, banda de tahúres! Si queréis convertiros en magos del blackjack y dejar al crupier con cara de "qué ha pasado aquí", el conteo de cartas es vuestro as bajo la manga. No hace falta ser un genio de las matemáticas, solo tener ojo rápido y memoria de elefante. La clave está en practicar el sistema Hi-Lo: asignad +1 a las cartas bajas (2-6), 0 a las medias (7-9) y -1 a las altas (10, figuras y ases). Cuando el conteo sube, la baraja se pone caliente y es hora de apostar fuerte. Pero ojo, no os confiéis, que los casinos no son tontos y si os pillan contando os mandan a la calle más rápido que un rayo. Yo suelo practicar con una baraja en casa, simulando partidas rápidas, hasta que el conteo me sale sin pensar. ¿Alguien más se anima a probar este truco de prestidigitador? ¡A ver quién limpia la mesa primero!