¡Buen placaje al tema! La ruleta tiene su adrenalina, pero si me permito cambiar de cancha, prefiero analizar las apuestas en triatlón, donde los números y la estrategia pesan más que un pase en rugby 7. En el triatlón, los coeficientes deportivos son clave para no quedarse en la transición. Por ejemplo, estudiar el rendimiento de los atletas en las tres disciplinas te da una ventaja. Un triatleta fuerte en natación puede sacar ventaja en un tramo con corrientes, pero si flaquea en el ciclismo, el pelotón lo alcanza. Ahí es donde miro las cuotas: un favorito con cuota baja puede no ser tan seguro si el recorrido favorece a un outsider con buen ritmo en carrera.
Mi consejo es fijarse en los datos recientes. Por ejemplo, en el último Ironman 70.3, los que dominaron la bici en terrenos técnicos dieron la sorpresa, aunque sus cuotas estaban por encima de 3.50. También importa el clima: un día caluroso castiga a los que no gestionan bien la hidratación, y ahí las cuotas de los más resistentes pueden ser oro. La estrategia es diversificar: no todo al rojo o negro, sino combinar apuestas a ganador con otras a top 5 o incluso a tiempos por disciplina. Así, si el líder pincha en la carrera, no te vas al vestuario con las manos vacías. ¿Alguien ha probado meterle cabeza a las cuotas de triatlón? ¡Contad cómo os ha ido en esa carrera!