Bueno, la verdad es que el golf en primavera siempre trae esa emoción de ver cómo se mueven los torneos, pero no sé si fiarme tanto de los números esta vez. Sí, lo de los greens en regulación y el promedio de golpes suena lógico, y los pegadores largos pueden sacar ventaja en campos abiertos, pero a veces los datos no lo cuentan todo. Me da un poco de cosa apostar a ciegas solo por estadísticas, porque el viento, la humedad o incluso cómo estén los jugadores de cabeza ese día pueden cambiarlo todo.
Yo suelo mirar también cómo han rendido en las últimas semanas, no solo en invierno. Por ejemplo, un tío que haya estado entrenando en condiciones parecidas al campo del torneo me da más confianza que otro que solo pegue fuerte. Y luego está el tema de las cuotas: en live se mueven rápido, y si te despistas, te comes una línea que no vale la pena. Ayer vi un caso en un torneo pequeño, un jugador que iba bien en distancia pero fallaba en los approach, y las cuotas lo tenían inflado por su nombre. Al final, se desplomó en la segunda vuelta.
Mi estrategia ahora mismo es esperar a ver cómo arrancan las primeras rondas. No me lanzo de cabeza con los favoritos hasta que el campo empiece a hablar. Si el torneo tiene hoyos complicados o greens rápidos, los que controlen el putt pueden dar la sorpresa, aunque no sean los más largos. Y ojo con las apuestas en directo: si pillas un buen momento, como un birdie en un par 5, las cuotas a veces se disparan para el siguiente hoyo. Pero, no sé, ¿vosotros cómo lo veis? ¿Os arriesgáis desde el principio o esperáis a que el torneo se asiente? Porque yo, con tanto dato, a veces dudo más de lo que debería.
