¿Qué tal, cracks? Aquí estamos otra vez para sacarle jugo a las apuestas de béisbol virtual. Ayer pillé un partido que parecía sacado de un sueño: los bateadores estaban on fire, y el pitcher rival no encontraba el home ni con GPS. Total, que metí una apuesta a más de 8 carreras y, bam, cayó en el séptimo inning. Lo mejor? El dinero me lo giraron al toque, ni tiempo de pestañear. Para hoy, ojo con los equipos que vienen de rachas calientes, que estos juegos virtuales no perdonan. Si ven un promedio de bateo arriba de .300 y un pitcher con ERA inflado, ahí hay billete seguro. ¿Quién se anima a batear un jonrón conmigo?