Qué pasa, camaradas. La verdad es que este Mundial me tiene igual de mareado que a ti, y mira que he visto casinos desde Macao hasta Las Vegas donde las tácticas son puro humo y espejos. Esto del fútbol está igual: un día crees que los grandes van a arrasar, y al siguiente un equipo random te hace dudar de todo lo que sabías. Yo digo que no eres el único perdido; esto es como jugar a la ruleta rusa con las apuestas. Los favoritos pueden parecer una apuesta segura, pero luego te sale un underdog sacando jugadas de la nada y te desmonta el plan. Fíjate, por ejemplo, en cómo los equipos chicos están defendiendo como si les fuera la vida en ello, dejando a los cracks sin espacio. Eso cambia todo el juego, hasta las estadísticas más raras, como quién domina los saques de esquina. En mi experiencia, en casinos japoneses he aprendido que a veces las apuestas menos obvias son las que pagan mejor; aquí podría ser lo mismo. Yo no me fiaría solo de los nombres grandes, porque este Mundial está más loco que un slot trucado en un bar de carretera. ¿Cómo lo ven ustedes? ¿Se la juegan por lo seguro o buscan el milagro? Porque yo ya no sé ni dónde está el norte.