Venga, que Nadal sigue siendo el rey de la arcilla es casi tan predecible como que yo voy a farolear con pareja baja en la mesa final. ¿Apostamos? Aunque ojo, que soñar con un outsider ganándole en Roland Garros es como esperar que me salga un full house con 7-2 offsuit. Difícil, pero no imposible. Yo digo que este año algún loco con buena derecha le da un susto al viejo Rafa. ¿Quién se anima a tirar un nombre?