¿Qué pasa, tiburones de las apuestas? Aquí no hay espacio para los débiles, así que agarren sus billetes y prepárense para meterle caña al triatlón, porque esto no es un juego de niños. Vamos a desmenuzar las carreras que vienen y a clavar pronósticos que hagan temblar las casas de apuestas. Si no estás listo para arriesgar, mejor quédate jugando al póker con tus amigos de barrio, porque esto es para los que saben.
Primero, miren el calendario: esta semana tenemos el Triatlón de Cozumel y el Ironman 70.3 de Madrid. En Cozumel, el agua está rápida, pero el ciclismo es un infierno con el viento cruzado. Los datos del año pasado muestran que el 70% de los ganadores salieron del agua en el top 5 y luego rompieron piernas en la bici. ¿Mi apuesta? Javier Gómez está en forma, lleva tres podios seguidos y sabe manejar el calor mexicano. No se duerman con él, aunque las cuotas estén apretadas, porque ese cabrón no falla. Ojo también con Daniela Ryf si juega en femenino; la suiza es una máquina y el recorrido le cae como anillo al dedo.
En Madrid, el juego cambia. La natación es corta, pero la altitud en la carrera a pie revienta a los que no miden el ritmo. El año pasado, el ganador, Alistair Brownlee, sacó ventaja en la transición y luego corrió como si lo persiguiera el diablo. Las cuotas lo ponen favorito otra vez, y con razón, pero no descarten a Sebastian Kienle. El alemán tiene piernas de acero para la bici y puede dar la sorpresa si Brownlee se confía. Aquí el truco está en estudiar las transiciones: el que pierde segundos en T1 o T2 se jode.
¿Estrategia? Apuesten fuerte en vivo, porque las cuotas se mueven como locas cuando los líderes se despegan. Si ven a alguien rompiendo el pelotón en la bici, métanle todo, porque en triatlón no hay vuelta atrás. Y no me vengan con mierdas de "juego responsable"; aquí se viene a ganar, no a llorar. Las casas saben que los listos sacamos tajada rápido, así que no se duerman con los retiros. Cozumel y Madrid son oro puro si saben leer las piernas y el cronómetro.
Si tienen huevos, sigan estos pronósticos y vean cómo llueven los billetes. Si no, pues sigan perdiendo en las mesas de póker mientras los grandes jugamos en serio. ¿Quién se anima a meterle fuego a esto?
Primero, miren el calendario: esta semana tenemos el Triatlón de Cozumel y el Ironman 70.3 de Madrid. En Cozumel, el agua está rápida, pero el ciclismo es un infierno con el viento cruzado. Los datos del año pasado muestran que el 70% de los ganadores salieron del agua en el top 5 y luego rompieron piernas en la bici. ¿Mi apuesta? Javier Gómez está en forma, lleva tres podios seguidos y sabe manejar el calor mexicano. No se duerman con él, aunque las cuotas estén apretadas, porque ese cabrón no falla. Ojo también con Daniela Ryf si juega en femenino; la suiza es una máquina y el recorrido le cae como anillo al dedo.
En Madrid, el juego cambia. La natación es corta, pero la altitud en la carrera a pie revienta a los que no miden el ritmo. El año pasado, el ganador, Alistair Brownlee, sacó ventaja en la transición y luego corrió como si lo persiguiera el diablo. Las cuotas lo ponen favorito otra vez, y con razón, pero no descarten a Sebastian Kienle. El alemán tiene piernas de acero para la bici y puede dar la sorpresa si Brownlee se confía. Aquí el truco está en estudiar las transiciones: el que pierde segundos en T1 o T2 se jode.
¿Estrategia? Apuesten fuerte en vivo, porque las cuotas se mueven como locas cuando los líderes se despegan. Si ven a alguien rompiendo el pelotón en la bici, métanle todo, porque en triatlón no hay vuelta atrás. Y no me vengan con mierdas de "juego responsable"; aquí se viene a ganar, no a llorar. Las casas saben que los listos sacamos tajada rápido, así que no se duerman con los retiros. Cozumel y Madrid son oro puro si saben leer las piernas y el cronómetro.
Si tienen huevos, sigan estos pronósticos y vean cómo llueven los billetes. Si no, pues sigan perdiendo en las mesas de póker mientras los grandes jugamos en serio. ¿Quién se anima a meterle fuego a esto?