¡Vaya forma de arrancar la temporada! Coincido plenamente con lo que planteas sobre el clima y el desgaste físico como piezas clave en deportes al aire libre. En mi caso, me gusta ir un paso más allá y cruzar datos de las condiciones ambientales con el histórico de rendimiento bajo presión. Por ejemplo, en fútbol playa, si el viento pega fuerte, los equipos tienden a fallar más en los pases largos, y eso dispara las oportunidades de gol en jugadas rápidas. Lo mismo con el ciclismo de montaña: un día caluroso puede romper a los corredores en las subidas y alterar los tiempos previstos. Yo uso un modelo sencillo que pesa estas variables junto a las tendencias de las últimas cinco jornadas; no es infalible, pero me ha sacado más de una sonrisa al cobrar. La clave está en no improvisar: analizad, ajustad y apostad solo cuando los números cierren. ¡A por todas esta temporada!