Buenas, compañeros. A veces, mirando los partidos de voleibol, me pongo a pensar en esos equipos que nadie espera que den la sorpresa. Los datos son un mundo, sí, pero hay algo en los underdogs que me llama. Coincido en que las stats recientes y el rendimiento en casa o fuera son pilares, pero yo me fijo mucho en los detalles que pasan desapercibidos. Por ejemplo, ¿cómo está el ambiente en el equipo? Un par de victorias inesperadas pueden subirles la moral a tope, aunque vengan de una racha mala. También miro si el favorito tiene presión extra, como un torneo clave o un calendario apretado; ahí es donde los grandes a veces tropiezan. El historial directo importa, pero no me obsesiono: un equipo pequeño con hambre puede romper cualquier racha. Y ojo con los cambios tácticos; un entrenador astuto puede plantear un juego que descoloque al rival. Al final, apostar por un outsider es arriesgado, pero si lees bien el contexto, puede ser oro. ¿Qué otros trucos usáis para cazar esas sorpresas?