Vamos al grano. Para mejorar el conteo sin volverte loco, empieza con un sistema simple como el Hi-Lo. Practica en casa con un mazo, lleva la cuenta mentalmente y no te distraigas. Cuando estés cómodo, prueba en partidas de baja presión. La clave es la constancia y no complicarte con métodos avanzados desde el principio.