No siempre hace falta complicarse con estadísticas interminables. Fijarse en el historial reciente de los jugadores, el tipo de superficie y cómo llegan físicamente al partido puede dar una idea clara de quién tiene ventaja. Los torneos largos desgastan, y ahí suelen fallar los favoritos si no están en su mejor momento. Analizar eso antes de meterle dinero a una cuota es clave.