Vamos, que todos soñamos con ese momentazo de vaciarle los bolsillos a una casa de apuestas internacional, ¿no? La clave está en estudiar los eventos grandes, como la Champions o los Juegos Olímpicos, donde las cuotas se vuelven locas. Fíjate en los mercados menos obvios: número de córners, tarjetas o hasta estadísticas de posesión. Las casas no siempre afinan ahí, y con un buen análisis de tendencias, puedes pillarlas desprevenidas. Eso sí, no te fíes solo de la suerte, que esa es más traicionera que un penalti en el 90’.