Qué jornada tan extraña nos dejó LaLiga esta vez. No sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero cuando analizas los partidos, lees las estadísticas, sigues los entrenamientos y aun así el balón decide ir por su cuenta, te quedas con esa sensación agridulce. El sábado arrancó con el tropiezo del Barça contra el Celta, que no vi venir ni en mis peores pesadillas. Pensé que el factor Xavi y el Camp Nou iban a pesar más, pero los gallegos se plantaron con una solidez que desarmó cualquier apuesta razonable. 1-1 y a recomponer el ánimo.
Luego llegó el Madrid contra el Mallorca. Aquí la lógica decía que los blancos, con su maquinaria habitual, se impondrían sin despeinarse. Pero no. Otro empate, y esta vez con un Mallorca que no solo defendió bien, sino que tuvo ocasiones para hacer más daño. Si hubiéramos puesto un over 2.5, estaríamos llorando todavía. La posesión no sirvió de nada y el resultado dejó ese regusto de que algo no encaja.
El Atlético tampoco ayudó a levantar el ánimo. Contra el Girona, que siempre es un hueso duro, se vio un partido trabado, de esos que te hacen dudar si apostar al under o simplemente pasar de largo. Al final, el 0-0 fue casi un alivio, pero no deja de ser un recordatorio de que esta temporada los guiones no están escritos. ¿Y qué decir del Sevilla-Valencia? Pensé que los de Nervión, con la garra de siempre, se llevarían los tres puntos, pero el empate a uno me hizo revisar mis notas dos veces. Mucha intensidad, pocas ideas claras.
Analizando fríamente, esta jornada me hace pensar que estamos en un momento de LaLiga donde los detalles mandan más que las tendencias. Lesiones, rotaciones, incluso el césped o el arbitraje... todo pesa. Para la próxima, creo que voy a mirar más los duelos individuales y menos las dinámicas generales. El Villarreal-Real Sociedad del próximo finde pinta interesante, pero después de esto, quién sabe. Si alguien tiene un pálpito o ha visto algo en los entrenos que se me escapa, que lo comparta, porque yo, de verdad, estoy perdido esta vez.
Luego llegó el Madrid contra el Mallorca. Aquí la lógica decía que los blancos, con su maquinaria habitual, se impondrían sin despeinarse. Pero no. Otro empate, y esta vez con un Mallorca que no solo defendió bien, sino que tuvo ocasiones para hacer más daño. Si hubiéramos puesto un over 2.5, estaríamos llorando todavía. La posesión no sirvió de nada y el resultado dejó ese regusto de que algo no encaja.
El Atlético tampoco ayudó a levantar el ánimo. Contra el Girona, que siempre es un hueso duro, se vio un partido trabado, de esos que te hacen dudar si apostar al under o simplemente pasar de largo. Al final, el 0-0 fue casi un alivio, pero no deja de ser un recordatorio de que esta temporada los guiones no están escritos. ¿Y qué decir del Sevilla-Valencia? Pensé que los de Nervión, con la garra de siempre, se llevarían los tres puntos, pero el empate a uno me hizo revisar mis notas dos veces. Mucha intensidad, pocas ideas claras.
Analizando fríamente, esta jornada me hace pensar que estamos en un momento de LaLiga donde los detalles mandan más que las tendencias. Lesiones, rotaciones, incluso el césped o el arbitraje... todo pesa. Para la próxima, creo que voy a mirar más los duelos individuales y menos las dinámicas generales. El Villarreal-Real Sociedad del próximo finde pinta interesante, pero después de esto, quién sabe. Si alguien tiene un pálpito o ha visto algo en los entrenos que se me escapa, que lo comparta, porque yo, de verdad, estoy perdido esta vez.