Oye, ¿os habéis fijado en cómo se mueven las cuotas por la noche? Es una locura, cuando todos están sobados, las casas de apuestas parecen jugar su propio mus con los números. Los cambios son rápidos y traicioneros, como un chinchón mal barajado. Si no estás despierto y atento, te pillan desprevenido. ¡Mucho ojo con esas horas!