¡Vaya tela! ¿Desviarnos de los dados al baloncesto? Me has pillado desprevenido, pero si quieres hablar de análisis y patrones, déjame que tire la caña al rugby, que ahí sí que hay tela que cortar para los que nos gusta estrujarnos el coco con las apuestas.
Mira, en el rugby, como en tu baloncesto europeo, no todo es azar. Los partidos, sobre todo en torneos como el Seis Naciones o el Rugby Championship, tienen dinámicas que puedes estudiar hasta el último detalle. Por ejemplo, ahora mismo en la Premiership inglesa, equipos como los Saracens están marcando la pauta con un juego muy físico, basado en la melé y la defensa. Pero cuando se enfrentan a conjuntos más dinámicos como los Harlequins, que apuestan por el juego abierto y los offloads, las cosas se igualan. Si miras las stats, los Saracens promedian un 80% de éxito en sus melés contra equipos de media tabla, pero contra los Quins, que mueven rápido el balón, ese porcentaje baja al 65%. Eso te da una pista para apostar al hándicap o incluso a un resultado ajustado.
Otro tema clave es el factor climático. En el rugby, más que en el baloncesto, el tiempo lo cambia todo. Un partido en Twickenham con lluvia y viento es un festival de patadas tácticas y errores en el manejo, así que los unders en puntos o tries son una mina. Por ejemplo, en el último choque entre Exeter y Bath, con un aguacero de los buenos, el marcador se quedó en 15-10. Si hubieras pillado el under 30.5 puntos, te habrías llevado una alegría.
Y luego están las lesiones y las alineaciones. En rugby, un solo jugador puede marcar la diferencia. Si un pilar titular como Tadhg Furlong no juega con Irlanda, la melé sufre y el equipo rival puede sacar ventaja en las fases estáticas. Yo siempre estoy pendiente de los partes médicos y las rotaciones, porque un entrenador como Rassie Erasmus con Sudáfrica es capaz de cambiar medio equipo y aún así ganar, pero otros, como Eddie Jones con Inglaterra, a veces se la pegan si no tienen a sus vacas sagradas.
En cuanto a tendencias, esta temporada los equipos del hemisferio sur, como Nueva Zelanda o Sudáfrica, están jugando con un ritmo altísimo, lo que dispara los marcadores en los tests de noviembre. Pero ojo, cuando se enfrentan a defensas europeas más estructuradas, como la de Francia, los partidos se aprietan y las cuotas para empates o victorias por menos de 7 puntos son un caramelito.
En fin, los dados serán una lotería, pero en el rugby puedes meterle cabeza y sacarle jugo. Si te animas, puedo soltar un par de pronósticos para los próximos partidos de la Champions Cup. ¿Qué dices, te pasas al oval o sigues con tus canastas?