¡Ey, que los dados cantan ópera esta noche!
¿Alguien más siente que cada tirada es como un duelo con el destino? Mira, los juegos de dados tienen ese rollo místico, como si estuvieras susurrándole a la suerte para que te guiñe un ojo.
Voy a soltar unos consejitos raros pero que funcionan (o eso me digo yo pa’ dormir tranquilo).
Primero, no te cases con un solo número.
Los dados son traicioneros, como un gato que te mira fijo y luego te ignora. Si siempre vas al 7 porque “es de la suerte”, te vas a quedar viendo cómo el 2 y el 12 se ríen en tu cara. Prueba mezclar apuestas: un poco al total, un poco a combinaciones raras. ¡Confunde al universo!
Yo a veces tiro una ficha al 3+4 y me siento como un profeta cuando sale. 
Segundo, el ritmo. No es broma, los dados tienen su propio groove.
Si estás en una mesa de craps, observa a los demás. Hay quienes lanzan como si estuvieran tirando una granada, y otros que acarician los dados como si fueran un amuleto. Encuentra tu estilo, pero no te aceleres. Una tirada apresurada es una tirada maldita. Yo cuento hasta tres en mi cabeza, hago un giro de muñeca raro y suelto. Mitad ritual, mitad locura. 
Y hablando de locuras, ¡cuidado con las rachas!
Si estás ganando, no creas que eres el rey Midas. Los dados no firman contratos de lealtad. Y si pierdes, no te lances a recuperar todo como si fuera una película de acción.
Ponte un límite, algo como “tres tiradas malas y me tomo un café”. O un tequila, según el mood. 
Último tip (o más bien manía mía): habla con los dados. Sí, suena a que me falta un tornillo, pero yo les murmuro cosas como “venga, pequeños, hoy me portaré bien”.
No sé si me escuchan, pero al menos me divierto. Y si la suerte no llega, pues no es culpa mía, ¡es de los dados que no saben español! 
¿Y tú? ¿Tienes algún truco extraño pa’ domar estos cubitos del caos? ¡Cuéntame, que aquí todos estamos medio locos!



Primero, no te cases con un solo número.



Segundo, el ritmo. No es broma, los dados tienen su propio groove.


Y hablando de locuras, ¡cuidado con las rachas!



Último tip (o más bien manía mía): habla con los dados. Sí, suena a que me falta un tornillo, pero yo les murmuro cosas como “venga, pequeños, hoy me portaré bien”.


¿Y tú? ¿Tienes algún truco extraño pa’ domar estos cubitos del caos? ¡Cuéntame, que aquí todos estamos medio locos!

