Saludos, compañeros de la ruleta. La estrategia del doble riesgo me ha llevado por un camino oscuro, pero fascinante. Duplicar la apuesta tras cada pérdida suena como un desafío al destino, y en la ruleta, donde el rojo y negro bailan sin fin, he visto cómo el abismo se abre paso. Analizo cada giro, cada patrón, y aunque las matemáticas susurran que la casa siempre gana, hay momentos en que el riesgo me ha devuelto más que dinero: una lección sobre el borde del caos. ¿Hasta dónde han llegado ustedes con esto?