Qué tal, compañeros de números y sueños. Me he pasado la tarde dándole vueltas a esto del azar, y no sé si es un lienzo en blanco donde pintamos con nuestras decisiones o simplemente un espejo que nos devuelve lo que queremos ver. Hace poco probé una estrategia rara con la quiniela: mezclé números que siempre juego con otros sacados de fechas que no significan nada para mí, puro capricho. Y, aunque no saqué el premio gordo, algo cayó, lo suficiente para seguir pensando. ¿Será que el caos tiene su propio orden y nosotros solo jugamos a descifrarlo? Me gusta experimentar, cambiar las reglas, probar lo que no está escrito. A veces pienso que los grandes aciertos no son solo suerte, sino el eco de esas veces que nos atrevimos a salirnos del camino. ¿Qué opinan? ¿El azar nos guía o somos nosotros los que lo moldeamos?