Saludos, camaradas del riesgo. Pienso que el cashback no es solo un incentivo, sino una especie de justicia poética para el jugador que medita sus pasos. En un mundo donde la suerte baila caprichosa, ese retorno es como un eco de nuestras decisiones, un premio para quien no se deja cegar por la euforia del momento. ¿No creen que, al final, es una recompensa que nos enseña más que cualquier victoria fugaz?