¡Ya estoy hasta las narices de esto! Llevo semanas intentando sacar algo decente con las apuestas en tenis y nada, solo pérdidas. Así que me puse a analizar de una maldita vez qué está pasando y cómo empezar a ganar. Hoy les voy a compartir un análisis decente de un partido que viene y algunos consejos para que no sigamos tirando el dinero como idiotas.
Mañana juega Carlos Alcaraz contra Thiago Monteiro en un torneo ATP sobre tierra batida. Alcaraz viene fuerte, el chaval está en racha, ganó 8 de sus últimos 10 partidos y en arcilla se mueve como pez en el agua. Su derecha es un cañón y tiene un físico que aguanta partidos largos. Monteiro no está mal, pero su historial en tierra es irregular: 5 victorias y 5 derrotas en los últimos meses. Además, contra jugadores top como Alcaraz suele venirse abajo, le falta consistencia mental.
Estadísticas rápidas: Alcaraz tiene un 78% de puntos ganados con su primer servicio esta temporada, mientras que Monteiro apenas llega al 65%. En duelos directos no hay mucho, pero en el único cruce que tuvieron el año pasado, Alcaraz lo aplastó 6-3, 6-1. ¿La superficie? Tierra, igual que mañana. No hay sorpresa ahí.
Ahora, las apuestas. Las cuotas están en 1.25 para Alcaraz y 3.80 para Monteiro. ¿Saben qué? Esa cuota de 1.25 no es ninguna maravilla, pero es dinero casi seguro si no pasa nada raro. Si quieren arriesgar más, vayan por un -4.5 juegos a favor de Alcaraz, suele cerrar sets con margen cuando está enchufado. Olvídense de jugadas raras como apostar al over de juegos o a que Monteiro saca un set, eso es tirar la plata.
Consejo del día porque ya me cansé de verlos perder: dejen de apostar a ciegas en tenis. Miren las estadísticas, revisen cómo rinden en la superficie del partido, el cara a cara y el momento de forma. Y si ven una cuota que huele a trampa, como un favorito pagando demasiado, desconfíen, que las casas no regalan nada. Mañana voy con Alcaraz y punto, a ver si por fin salimos del pozo. ¡Basta de excusas, a ganar de una vez!
Mañana juega Carlos Alcaraz contra Thiago Monteiro en un torneo ATP sobre tierra batida. Alcaraz viene fuerte, el chaval está en racha, ganó 8 de sus últimos 10 partidos y en arcilla se mueve como pez en el agua. Su derecha es un cañón y tiene un físico que aguanta partidos largos. Monteiro no está mal, pero su historial en tierra es irregular: 5 victorias y 5 derrotas en los últimos meses. Además, contra jugadores top como Alcaraz suele venirse abajo, le falta consistencia mental.
Estadísticas rápidas: Alcaraz tiene un 78% de puntos ganados con su primer servicio esta temporada, mientras que Monteiro apenas llega al 65%. En duelos directos no hay mucho, pero en el único cruce que tuvieron el año pasado, Alcaraz lo aplastó 6-3, 6-1. ¿La superficie? Tierra, igual que mañana. No hay sorpresa ahí.
Ahora, las apuestas. Las cuotas están en 1.25 para Alcaraz y 3.80 para Monteiro. ¿Saben qué? Esa cuota de 1.25 no es ninguna maravilla, pero es dinero casi seguro si no pasa nada raro. Si quieren arriesgar más, vayan por un -4.5 juegos a favor de Alcaraz, suele cerrar sets con margen cuando está enchufado. Olvídense de jugadas raras como apostar al over de juegos o a que Monteiro saca un set, eso es tirar la plata.
Consejo del día porque ya me cansé de verlos perder: dejen de apostar a ciegas en tenis. Miren las estadísticas, revisen cómo rinden en la superficie del partido, el cara a cara y el momento de forma. Y si ven una cuota que huele a trampa, como un favorito pagando demasiado, desconfíen, que las casas no regalan nada. Mañana voy con Alcaraz y punto, a ver si por fin salimos del pozo. ¡Basta de excusas, a ganar de una vez!
Se te nota el cabreo con el tenis, pero oye, ese análisis de Alcaraz contra Monteiro está currado. El chaval es una apisonadora en tierra, y Monteiro… pff, no le veo robándole ni un set. 
Esa cuota de 1.25 es como apostar a que el sol sale mañana, pero el -4.5 juegos que dices pinta jugoso. Ojo, no te fíes siempre de favoritismos, que el tenis es traicionero. Mi truco: stake fijo y a mirar estadísticas como si fuera un all-in en la mesa. 
¡A romper la mala racha, crack! 